CASO ÉXITO: Stamp&Go!

Stamp&Go! es una empresa asociada a CAITA que día a día trabaja para dar soluciones integrales a la industria textil. Germán Zalacaín, su fundador y líder, nos cuenta cómo comenzó esta aventura y nos demuestra que es posible, en un país como la Argentina, desarrollar productos y servicios innovadores.

-Stamp&Go! comenzó especializándose en los segmentos de estampado, bordado y corte. Hoy, desarrolla software de moldería y tizado, tecnología de punta. ¿Por qué se produjo este cambio?

-Comenzamos a desarrollar tecnología propia para adaptar y convertir máquinas automáticas antiguas en máquinas nuevas. Es decir, transformamos una generación de máquinas obsoletas en máquinas renovadas. ¿Por qué son obsoletas? Porque no se consiguen los repuestos. Y la pregunta que sigue es: ¿por qué no poder utilizar esas máquinas? Ese fue el disparador. No es un problema argentino, es un problema mundial.

-Hoy las industrias y nosotros como usuarios nos enfrentamos a lo que se denomina obsolescencia programada.   

-Claro. El fabricante o la empresa deciden en el proceso de diseño limitar la vida útil del producto. De esta manera, la utilidad del producto es cada vez menor. Nuestro kit responde de manera integral (electrónica y software) ante esta situación. Resolvemos lo que era difícil: máquinas nuevas a partir de máquinas obsoletas.

-¿Cuáles son las ventajas de este kit?

-En primer lugar, extender la vida de tu inversión, es decir, disminuir los costos de producción. Además, no generamos basura porque ?reciclamos? máquinas que se tirarían. Promovemos un consumo responsable e inteligente. El kit es abierto, funciona en cualquier tipo de máquina, les ponemos un ?cerebro propio? igual o mejor que el cerebro original. Es una solución económica y sustentable que da independencia, se resuelve todo de manera local.

-¿Esta idea innovadora surgió entonces de simples interrogantes?

-Stamp&Go! innova desde sus inicios en productos y servicios para la industria textil. Hoy desarrollamos tecnología de punta para la Argentina y el mundo. ¿Cómo comenzó? Tuve la necesidad de resolver un problema propio. No pude encontrar respuestas en los proveedores, entonces tuve que buscar alternativas y soluciones por mi cuenta. Hoy la solución la da mi empresa.

-Entonces el no de aquellos que debían ayudarte no te impidió que avances en tu búsqueda.

- Las personas a las que recurrí me dieron soluciones pero limitadas, nunca terminaban de resolver la necesidad o el problema. Yo siempre tuve (y aún sigue siendo así) la pretensión de una solución definitiva. Entonces, podría decir que el kit es el resultado de una pretensión, la pretensión de una respuesta integral, instantánea y  concluyente. Nos dimos cuenta que no había soporte técnico para esas máquinas que necesitábamos arreglar. Encontramos una necesidad, es decir, hallamos un mercado. Y le dimos una solución.

-¿Para desarrollar este tipo de tecnología es crucial contar con capital humano capacitado?

-Considero que el conocimiento técnico es más que la capacitación. Muchas empresas de soluciones técnicas tienen los conocimientos pero no la experiencia; este saber tan específico se descubre en la práctica. Este es un problema común a todas las industrias.

- Necesidad, pretensión, solución y mercado. ¿Esos serían los cuatro ejes indispensables para innovar?

- Tengo una visión filosófica comercial sobre la innovación. Considero que innovar no es hacer algo nuevo o distinto, o hacer algo por primera vez. Esto es la vanguardia. No debemos confundirnos. Innovar es hacer diferente o de manera distinta lo mismo, lo que ya existe. Los beneficios son infinitos.